Querido David,
a veces, cuando te pienso y me pienso al mismo tiempo, me pregunto qué de todas mis partes odiarías más, cuál de todas mis rutinas, mis frases y mis repeticiones. Si serían todas las veces que me quejo al aire de la espalda para redescubrir que es la almohada que acto seguido se me olvida de nuevo cambiar; si serían los cigarrillos, los cafés o todos ellos sin que le falte el uno al otro; las salidas, las entradas y los cambios de planes al instante, o que pase por el salón como una ventolera que no acabando de entrar siempre se esta yendo.
Algunas, no muchas veces, me he preguntado qué parte de mi realidad que no conoces te resultaría insoportable a parte da la propia realidad que pudiera suponerte. No se, querido David, cómo podría ser que un día me realizase y que un día tú dejaras de ser esta parte de mi vida construida de palabras precedentes en todo, precedidas al final por nada y sin final de ninguna clase, tan reales como pocas cosas en mi vida. Tu eres al final sin ser nada, y a veces te pienso y tan siquiera entiendo porqué me parece tan normal.
Que una vez más no vayamos a encontrarnos, sin extrañarme empieza a parecerme raro.
Lo que son las cosas.
domingo, 17 de diciembre de 2006
martes, 5 de diciembre de 2006
Querido Don Dinero:
Hace tiempo quería escribirle, pero mis días de trabajos mal pagados y búsquedas de futuros más solventes han postergado esta ansiada carta.
El propósito de esta comunicación, me dicen sin precedentes, es saber más sobre su esencia…
¿es usted humano o sólo inmaterial? ¿de qué se alimenta? ¿Son los yogures griegos de Danone como para mi, sus favoritos a la mañana?...¿y su durabilidad? ¿cada cuánto se muere o multiplica?
Me aconsejaron una vez que abriese una Cuenta Vivienda y yo pensé que era ponerle a Usted al cuidado de un ladrillo. Yo no se sus preferencias ni como hay que tratarlo a Usted para verlo satisfecho, si es en la comodidad de una Caja o le hace más feliz el estado de Hipoteca, si no es más divertido y variable la fluctuación de estar en una Bolsa…¿le gusta a Usted viajar en Bolsa? ¿le indispone?
Su riqueza de formas me fascina. No hace mucho tiempo al otro lado del mundo, donde esta Usted en otra forma, me explicaron que su estado más satisfactorio es el de Crédito. Esto es que, adquiriendo cosas sin la presencia de Usted pero contando con que se presente en algún momento, su ausencia crece y su presencia también después. Así el Crédito es allí como la antesala de Usted, una forma de presentarse multiplicado...
(...)
Hace tiempo quería escribirle, pero mis días de trabajos mal pagados y búsquedas de futuros más solventes han postergado esta ansiada carta.
El propósito de esta comunicación, me dicen sin precedentes, es saber más sobre su esencia…
¿es usted humano o sólo inmaterial? ¿de qué se alimenta? ¿Son los yogures griegos de Danone como para mi, sus favoritos a la mañana?...¿y su durabilidad? ¿cada cuánto se muere o multiplica?
Me aconsejaron una vez que abriese una Cuenta Vivienda y yo pensé que era ponerle a Usted al cuidado de un ladrillo. Yo no se sus preferencias ni como hay que tratarlo a Usted para verlo satisfecho, si es en la comodidad de una Caja o le hace más feliz el estado de Hipoteca, si no es más divertido y variable la fluctuación de estar en una Bolsa…¿le gusta a Usted viajar en Bolsa? ¿le indispone?
Su riqueza de formas me fascina. No hace mucho tiempo al otro lado del mundo, donde esta Usted en otra forma, me explicaron que su estado más satisfactorio es el de Crédito. Esto es que, adquiriendo cosas sin la presencia de Usted pero contando con que se presente en algún momento, su ausencia crece y su presencia también después. Así el Crédito es allí como la antesala de Usted, una forma de presentarse multiplicado...
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